Carta abierta a IPOSTEL

Alfredo Palacios / apalacios@ipostel.gob.ve
Dilinés Rodríguez / drodrigu@ipostel.gob.ve
Eleana Navarrte / enavarrete@ipostel.gob.ve
Helen Tovar / htovar@ipostel.gob.ve
Johana Velásquez / jvelasquez@ipostel.gob.ve 


Sres de IPOSTEL,

Cuando yo era chico, en los ochenta y noventa, solía mantener una extensa correspondencia con amigos en Europa y Norteaméria. Una carta o postal se tardaba en promedio dos semanas en llegar de una oficina de correos de Valencia o Caracas a cualquier pueblo o ciudad en Rusia, Francia, Alemania, Bulgaria.

Actualmente una carta o postal entregada en una oficina de IPOSTEL demora de 3 a 6 meses y medio en llegar a su destinatario en Europa. De ese tiempo, la carta apenas se toma un par de días del momento en que llega a Europa y el momento en que uno la recibe. 

Actualmente vivo en Europa. Mis amigos en toda Europa, en Norteamérica y en países como Chile me confirman que pese a que ahora la gente envía menos correspondencia convencional, el servicio de correos sigue llegando con la misma regularidad que antes. En el peor de los casos, el servicio de correos no pasa cada día sino cada dos días.

¿Cómo es posible que ahora una postal o carta tarde meses desde el momento en que uno la entrega a IPOSTEL hasta el momento en que sale del país? Ese es el tiempo que se tomaba la correspondencia cuando Alexander von Humboldt estaba en Venezuela y había una guerra entre el Reino Unido y España y el primer país bloqueaba las costas de Venezuela.

Gracias por su respuesta.


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