¿Por qué no podemos recuperar al lago de Valencia?

Cuando mis padres eran chicos, iban a nadar al lado de Valencia. Cuando Alexander von Humboldt visitó la región, a comienzos de 1800, quedó impresionado por el magnífico paisaje. Le encantaron la naturaleza y los cultivos que había alrededor del lago.

Humboldt escribió varias páginas sobre sus observaciones del lago, de su flora, fauna y de las hipótesis sobre el sistema hidrológico de la zona. Al científico alemán le llamó la atención que los habitantes solo usasen barcos con remos y no velas. A nadie se le había ocurrido innovar pese a que en aquel entonces los españoles reparaban sus barcos en el Puerto Cabello y en La Guaira y los construían en otras regiones del Imperio. Humboldt comparó favorablemente el lado de Valencia con un par de lagos europeos.

Humboldt escribió:

"Der See von Valencia, von den Indianern Tacarigua genannt, ist größer als der Neuenburger See in der Schweiz; im Umriß aber hat er Aehnlichkeit mit dem Genfer See"

En español: El Lago de Valencia, por los indios llamado Tacarigua, es más grande que el Lago de Neuenburg en Suiza y tiene una forma similar al lago de Ginebra.

Pues veamos el lago de Neuenburg o Neuchâtel (la primera es la denominación alemana, la segunda la francesa):



Es un sitio turístico de Suiza. Allí van turistas nacionales e internacionales.

El otro lago, el de Ginebra, también llamado Lago Lemán, es aun mucho más conocido. Es un centro importante de turismo.

Hay una organización dedicada a preservar la calidad del agua en el agua, Anualmente 80 millones de metros cúbicos de agua potable vienen de este lago. Se hacen controles para asegurarse que los niveles de metales, pesticidas, ácidos nitrilotriacéticos y áçidos etilendiainotetraacéticos sean inferiores a los que podrían perjudicar a los seres humanos. Se mantiene la pesca en dicho lago.




La gente se baña allí. Veleros zurcan sus aguas y botes llevan a los turistas de una a otra orilla. Hay centros de investigación y los chicos visitan estos lagos para aprender sobre sus biotopos.

La densidad poblacional de Suiza es de 188 personas por kilómetro cuadrado. La de Venezuela es de 30,2%, aunque en este país la distribución poblacional sea muy irregular. Esto último tiene que ver con condiciones climatológicas, pero también, en gran medida, con una centralización y un feudalismo a todo nivel que han caracterizado la vida del país hasta el día de hoy.

Sabemos cómo está el lago de Valencia: es un desastre ambiental de proporciones mayúsculas. Aquí tienen algunas fotos. Los alrededores del lago están ahora mucho más urbanizados que muchas zonas de la vieja Europa porque los venezolanos no planifican para nada el urbanismo.

¿Tiene que ser así? ¿Es posible recuperarlo? Realmente es posible, pero solo tras un período de recuperación que tome décadas. Eso es difícil para un pueblo que está acostumbrado en pensar en días, semanas o, máximo, un par de meses.

En un post futuro escribiré con detalles algunas ideas que podría tomar un gobierno y, ante todo, una población, en una Venezuela pluralista que comience a luchar por un desarrollo sustentable desde el punto de vista económico, social y ambiental.

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