América Española

Una de las tragedias que ha vivido la América Española es la manera en que sus dirigentes, desde tiempos de la Colonia hasta el día de hoy, la han mantenido dividida. Es esa una de las razones por las que hemos terminado en relaciones desventajosas con países como el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Francia, China y también, cada vez más, Brasil.
Primero fue la expansión territorial a costa de los otros. Ahora la balanza comercial es cada vez más favorable a Brasil

Brasil, dicen algunos, es un país latinoamericano y como tal es "hermano" y no nos puede hacer mal. Sin embargo, las apariencias engañan. Sin caer en animosidad hacia Brasil, debemos darnos cuenta de que las dimensiones que tiene Brasil crean, por sí solas, una dinámica desfavorable para los otros si estos tratan al coloso por separado. Esto es también así en el Mercosur: se trata de un mercado común en el que Brasil tiene una sola estrategia y la usa con cada uno de los otros países por separado.

Los portugueses fueron tomando más y más terreno de las colonias españolas hasta que a finales del siglo XVIII expediciones como las de Solano (el del Fortín de Puerto Cabello) pusieron un parado a esa expansión. Cuando los países americanos de habla española se independizaron, lamentablemente, no lo hicieron para que sus ciudadanos obtuviesen su libertad real, sino para que los caudillos militares y ciertos intereses comerciales criollos tuviesen más poder. Pese a todas las palabrerías sobre unificación, no había ningún interés por crear una nación común. Y fue así como el Reino de Brasil y luego los Estados Unidos de Brasil pudieron aumentar su territorio aun más a costa de naciones increíblemente parecidas que se guerreaban entre sí sin ver cómo otros crecían y se expandían.

Hoy en día casi todos los países de habla española tienen una balanza de pagos deficitaria con respecto a Brasil. Todos duplican sistemas que podrían ahorrarse si fueran un solo país. Todos tienen castas militares que gastan un montón de dinero que podrían haber invertido en desarrollo sostenible.

Ahora, con Mercosur vuelto un circo político, habrá menos posibilidades de unión real entre los países que usan la lengua de Cervantes. Brasil, debemos darnos cuenta de ello, no querrá que los países de América que tienen tanto de común entre sí se unan. Si estos lo hicieran cada vez más, la posición de la América Española seria cada vez más fuerte y entonces Brasil - y el resto de los países del mundo - tendrían que tratar a la región bajo condiciones más favorables a esta.

1 comentario:

César A. Sánchez Alvaray dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. En mi blog hablo mucho sobre Hispanoamérica y sobre cómo y por qué deberíamos iniciar un proceso de unificación o, siendo un poco más realistas, de integración económica, política y social.