Gregor MacGregor: héroe criminal


Quiero contarles la historia de un libertador de Venezuela: la historia de Gregor MacGregor. En realidad la historia está en un enlace.

El año pasado el Sr. Mier Hoffman hablaba en el canal del Estado - léase, del gobierno - sobre una conspiración gringa para matar a Bolívar. Esta conspiración habría sido motivada porque nuestro primer caudillo -Mier dixit- había conseguido liberar Florida por un tiempo con ayuda de patriotas como el escocés Gregor MacGregor. Los estadounidenses querían evitar que se repitiese un evento semejante y estaban llenos de deseos de venganza. Es en gran parte por este cuento que tuvimos el espectáculo hace unos meses de ver en vivo la exhumación de los huesos de Bolívar mientras Chávez twiteaba de manera frenética y como en trance.

La historia real es algo diferente. No voy a hablar aquí de esos huesos ni de los eventos de Florida, sino que me limitaré a mostrarles la vida general de Gregor MacGregor. Traduje la información de la Wikipedia alemana, que está muy bien documentada. Me limito, sencillamente, a mostrarles esa traducción.

Aquí pueden verla. Después de leerla, continúen con el texto.


Nuestra conciencia histórica era bastante rudimentaria cuando Alexander von Humboldt visitó el país. El científico alemán escribía* que por un lado habíamos perdido casi toda la historia de nuestros antepasados indígenas y por otro nos sentíamos totalmente desconectados de la historia de nuestra parte europea. Teníamos presente ante todo los acontecimientos de la Conquista y de la Independencia. Eso lo escribió Humboldt hace casi 200 años y eso es vigente aun hoy en día. La historia en Venezuela se enseña de una manera atroz. Nuestros historiadores -salvo contadas excepciones como el recientemente fallecido Manuel Caballero- no han sido más que cronistas que no han practicado su oficio con el rigor y profesionalismo que se practica en otros sitios. Los políticos y ante todo los militares - esos que en definitiva siempre han dominado a Venezuela- han usado la amnesia histórica generalizada para propagar mitos útiles para ellos: un Bolívar contradictorio se volvió mágico y unos cuantos bandoleros o caudillos que sin excepción han expresador tener algunas ideas difusas de justicia social se transformaron en ser héroes y mártires. Nuestros libros de historia parecen más bien guiones de radionovela. Todos los venezolanos sabemos en qué día nació o murió Bolívar y en eso somos únicos, pero pocos sabemos de cómo la evolución tecnológica o económica mundial afectaron a Venezuela en tal o cual siglo. Nos parió nuestra madre y, según dice el actual presidente de la Asamblea Nacional, somos hijos de Bolívar y Guaicaipuro... de manera figurada, claro está.

Los pocos que no lograron realmente ese nivel de héroes fueron aquellos que se negaron a jugar el juego de la política, gente como Carlos del Pozo, quien tuvo la mala suerte de haber nacido en el lugar equivocado en el momento errado.

MacGregor no era venezolano de nacimiento, pero su trayectoria no es muy diferente a la de otros, o a la que hubiesen tenido otros de haber durado un poco más en el juego de la política. Me refiero a personajes como Páez, los hermanos Monagas y Joaquín Crespo por un lado y a los ahora redimidos Ezequiel Zamora o Cipriano Castro por el otro. Algunos fueron más fatales que otros, pero todos creyeron ser paladines de la libertad y del progreso y todos, absolutamente todos, fueron más impedimento que progreso y jamás lograron lo que personas como Carlos del Pozo hicieron con tan pocos recursos.

Es hora de que tomemos conciencia del poder esclavizante de los mitos. Es hora de que recuperemos nuestra historia real: la que nos conecta con el resto del mundo, la que nos conecta con nuestros antepasados europeos, con nuestros antepasados indígenas y con nuestros antepasados africanos, la contradictoria e imperfecta, la que no es sencillamente heroica, sino nuestra y de todo el planeta. Esa historia universal y un pensamiento independiente y analítico nos pueden servir a la hora de planificar nuestras estrategias para este presente y ese futuro.

* Humboldt escribió con detalle sobre la pérdida de historia en Venezuela y en América en general. Me limito a traducir el último párrafo de un capítulo en el que habla sobre el asunto:

"Con esto creo haber presentado las causas principales por las que los recuerdos nacionales de las colonias actuales se pierden sin que se vean reemplazados por otros dignos de mención en la tierra que ahora habitan. Esta condición - no podemos repetirlo demasiado - tiene una decisiva influencia en la posición de los colonos. En estos tiempos tempestuosos del renacimiento de un estado se ven solos y les pasa como a un pueblo que desdeña consultar sus libros de historia y aprender lecciones de sabiduría de los eventos ocurridos en siglos pasados".

"Ich glaube hiermit die hauptsächlichsten Ursachen angegeben zu haben, aus denen in den heutigen Kolonien die Nationalerinnerungen sich verlieren, ohne daß andere, auf das nunmehr bewohnte Land sich beziehende, würdig in ihre Stelle träten. Dieser Umstand, wir können es nicht genug wiederholen, äußert einen bedeutenden Einfluß auf die ganze Lage der Ansiedler. In der stürmevollen Zeit einer staatlichen Wiedergeburt sehen sie sich auf sich selbst gestellt, und es ergeht ihnen, wie einem Volke, das es verschmähte, seine Geschichtsbücher zu befragen und aus den Unfällen vergangner Jahrhunderte Lehren der Weisheit zu schöpfen."

2 comentarios:

Nichevo dijo...

(Con disculpas por mi español.) Gracias por esta entrada tan interesante. Y gracias por el link de Carlos del Pozo. No se por que, pero su historia me conmovió. Años antes de la independencia, en el medio de la provincia Venezolana, lejos de Caracas, encontramos a un autodidacta ingenioso con gran curiosidad e iniciativa científica. Si, da tristeza el pensar lo que Del Pozo pudiera lograr si viviera en circunstancias mas amenas a sus talentos. Pero conmueve y fascina que bajo condiciones tan primitivas, sin contacto con los centros de conocimiento de la época, Del Pozo logro lo que logro gracias a su admirable tenacidad intelectual.

Kolya

Kepler dijo...

Kolya,

Tú conoces bien lo que son los Llanos y lo que es Venezuela en general. Imagínate: logró todo eso tan apartado de todo y bajo esas circunstancias hace más de dos siglos.

Pues a mí también me conmovió la historia. No sabía qué había pasado con él después de lo que escribió Humboldt sobre su encuentro. Lo que dice el artículo de Wikipedia muestra que siguió investigando y trabajando para el bien de los demás.