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Dice Hinterlaces que el 50% de la población no está ni con el presidente Chávez ni con la oposición. Hugo Chávez parece conservar un 35% de apoyo desde hace mesesm los eternos adoradores a "mi comandante". La oposición tiene un 21% de apoyo. Es difícil que la cifra de apoyo a Chávez se reduzca mientras sigan fluyendo suficientes petrodólares. Es difícil que aumente el apoyo a "la oposición" como la conoces ahora, la liderada por grupo de personas solo interesadas en poder y con planes tan vagos como los de Chávez. Y ¿qué es lo que quieren los otros, esa mayoría? ¿Qué significa realmente ese "no estar con Chávez ni con la oposición? ¿Es la gente indiferente? ¿Está aletargada?
Los venezolanos, dice Oscar Schemell, quieren a alguien que busque la despolarización, que evite la confrontación. Ahora bien: si no hay confrontación tiene que haber consenso. ¿Consenso en qué puede haber? Esto va a ser difícil por varias razones.
Por un lado tenemos a un gobierno que está dispuesto al diálogo siempre y cuando sea para que los otros acepten de manera incondicional lo que dice El Jefe. Por otro lado tenemos a unos líderes de oposición que no presentan un plan (como tampoco lo ha presentado Hugo Chávez). Finalmente tenemos el problema de que la gran mayoría de los venezolanos no tiene ni la más mínima idea de qué cosas quiere sacrificar para que Venezuela salga de su posición de país petrobananero. Los venezolanos tienen que asumir su responsabilidad personal. Lamentablemente, lo que hacen unos en este respecto es decidir "sacrificarse por el pueblo" y nominarse candidato a un puesto X o Y, o declarar que van a asumir las armas para "defender la revolución" o van a ir a la calle para protestar por enésima vez. Hay un terror absoluto por presentar ideas concretas sobre lo que queremos hacer.
Los venezolanos, dice Oscar Schemell, quieren a alguien que busque la despolarización, que evite la confrontación. Ahora bien: si no hay confrontación tiene que haber consenso. ¿Consenso en qué puede haber? Esto va a ser difícil por varias razones.
Por un lado tenemos a un gobierno que está dispuesto al diálogo siempre y cuando sea para que los otros acepten de manera incondicional lo que dice El Jefe. Por otro lado tenemos a unos líderes de oposición que no presentan un plan (como tampoco lo ha presentado Hugo Chávez). Finalmente tenemos el problema de que la gran mayoría de los venezolanos no tiene ni la más mínima idea de qué cosas quiere sacrificar para que Venezuela salga de su posición de país petrobananero. Los venezolanos tienen que asumir su responsabilidad personal. Lamentablemente, lo que hacen unos en este respecto es decidir "sacrificarse por el pueblo" y nominarse candidato a un puesto X o Y, o declarar que van a asumir las armas para "defender la revolución" o van a ir a la calle para protestar por enésima vez. Hay un terror absoluto por presentar ideas concretas sobre lo que queremos hacer.
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