Periodismo del malo




Vi una entrevista al peso pesado chavista Carlos Escarrá. Pensé en dos cosas:

1) Habría sido interesante que el periodista hubiese preguntado sobre lo que Escarrá piensa del pluralismo. Realmente sería muy bueno que los periodistas venezolanos preguntasen vez tras vez sobre el pluralismo, sobre la posibilidad de que el capitalismo, el socialismo y otros sistemas político-económicos compitan vez tras vez como alternativas por las que el pueblo puede votar.

2) En una entrevista política uno espera que el presentador tenga una preparación sólida sobre teorías políticas y económicas y que sepa qué tipo de argumentos puede esgrimir el entrevistado. El presentador de Globovisión parece tener el mismo conocimiento que tiene cualquier Pedro Pérez.

Escarrá puede decir misa, puede decir cualquier idiotez que quiera. Lamentablemente, el periodista que vemos aquí no tiene la más mínima capacidad de hacer preguntas difíciles basadas en un conocimiento de corrientes políticas. Escarrá se convierte en "el maestro".

Citando a otro bloguero: "como dijo Rafael Tomás Caldera hace unos meses en una charla en la UNIMET..."¿qué carrizo sabe de qué Carla Angola?".

Es probable que Escarrá hable entonces de que hay un "pluralismo" diferente dentro de su socialismo: tenemos trotskistas, fidelistas, guevaristas, maoístas..". El periodista debería aun así estar preparado para atacar una respuesta semejante con conocimiento sobre dichos movimientos. Para ello no se tiene que haber estudiado política en Paris o en la UCV. Solo hay que ser un periodista político que tenga una educación básica en el área política. Para esto se requiere un conocimiento algo más que elemental de historia universal, una familiaridad con los autores más clásicos en política y economía, un interés siquiera mínimo en leer algo sobre Marx o Smith, sobre los experimentos políticos desastrosos en la Unión Soviética o en Cuba, sobre las ideologías contrarias, sobre el acontecer general en el mundo. Lo mismo vale para los políticos. Lamentablemente, nuestros políticos de oposición no tienen ninguna preparación o interés por teorías para poder contrarestar las pseudo-ideologías y socialismo mal procesado que regurgitan los chavistas.

Es muy triste que en Venezuela sigamos con esta superficialidad. Con esto el chavismo la tiene fácil: pueden contar disparates, pero los otros ni idea tienen. Si bien es cierto que sí pueden poner a los chavistas en dificultades cuando se hablan de los supuestos logros del chavismo, no pueden ir más allá, no pueden discutir contenido ideológico o explicar de manera clara porqué la "cédula del buen vivir" de Chávez en verdad va a conducir a más miseria a mediano plazo y a destruir empleos y posibilidades de desarrollo sostenible para Venezuela.

El problema básico vuelve a ser la educación tan deficiente que tenemos en Venezuela. Aun los más privilegiados, que han logrado estudiar, solo saben de lo que consideran "su oficio". El periodista se limita a saber de entrevistas y leer la prensa. De conocimientos históricos o políticos o económicos no sabe nada. Realmente no hay que ser una enciclopedia viviente, pero un periodista tiene que saber más que las técnicas de entrevista que aprendió en la universidad o el "contenido" que cualquier persona puede leer en un diario de ayer.


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