Rusia y Venezuela difieren en muchas cosas. Una de las cosas es que nosotros tuvimos una democracia que, aunque disfuncional y corrupta, duró casi cuatro décadas. Otra de las cosas es que estamos más expuestos a información de otros lados por el idioma. Fuera de Rusia los países donde también se habla el ruso no son precisamente un modelo de pluralismo. Venezuela tiene una oposición mucho más unida y con propuestas. Aunque estas propuestas son aun difusas para mi gusto, son mucho más concretas de cualquier cosa que el chavismo haya propuesto tras 13 años de gobierno.
Acarigua, allá vamos |
Pero también hay paralelismos entre Rusia y Venezuela. Tanto el regímen de Rusia como el de Venezuela tienen la ventaja de estar disfrutando del mayor boom petrolero de la historia - sin necesidad de hacer algo para ello. El de Rusia está controlado ante todo por ex-KGBs, gente como Putin y su amigote Igor Sechin, que ha viajado varias veces a Venezuela. El gobierno de Venezuela está controlado por militares venezolanos y agentes cubanos. Putin tiene un mayor apoyo entre los pobres y las zonas rurales, como Chávez, aunque este ya ha perdido el apoyo mayoritario de los pobres en las ciudades. La prensa crítica no llega a las ciudades secundarias de Rusia o de Venezuela.
Leo en Novaja Gazeta que periodistas y opositores descubrieron ayer 6000 nuevos votantes en un centro en una región apartada, supuestamente trabajadores de empresas del estado que tienen que ir a votar allí aunque esas empresas no tienen ninguna filial en esa zona. Curiosamente, entre los que denuncian esto están los comunistas, que forman parte de la oposición. Me pregunto qué dirá el Partido Comunista de Venezuela sobre sus "hermanitos" de Rusia que están contra Putin. Supongo que billete no solo mata al galán sino también a los principios ideológicos.
En los meses pasados canales de televisión rusos han pasado supuestas o reales conversaciones de líderes de la oposición que, en cualquier caso, habrían sido grabadas de manera ilegal. Esos son métodos de la KGB - o en el caso de Venezuela de la inteligencia cubana y de SEBIN -.
Aunque en Rusia ya las "revelaciones" de los canales oficialistas sobre la oposición y los supuestos magnicidios descubiertos son vistos como mentiras hasta por la mitad de los partidarios de Putin, la gente se ha acostumbrado a que "eso es el juego".
En Venezuela debemos evitar que la gente se siga acostumbrando a ese juego. No basta con que la gente de toda preferencia política rechace ese tipo de acusaciones, sino que deben enojarse con quien sea tan carente de principios como para mostrar grabaciones grabadas de manera ilegal o insulte a cualquier persona. Debemos mostrar que en el mundo democrático no hay cabida para eso y que si realmente queremos salir de el subdesarrollo, no podemos tolerar que los funcionarios del gobierno de turno perjuren y queden sin pagar las consecuencias.
Además, debemos seguir trabajando en unir a la sociedad y en llevar propuestas concretas a todos en Acarigua y Maturín, Puerto Cabello, Punto Fijo y Caracas. Debemos dialogar con todos para mostrar cómo todos juntos podemos transformar nuestro país en una nación pluralista y desarrollada.
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