El lunes 9 de septiembre tuvieron lugar las elecciones en Noruega. Votaron con lapiz y papel, nada de maquinita. Aun así, los noruegos recibieron los resultados el mismo día. Esto no es porque sea un país con apenas 5 millones de habitantes: en Alemania, donde viven 82 millones de personas, también se vota con papel y lapiz y los resultados salen la misma tarde o algo más tarde, pero no en la madrugada.
Los milicos no tienen absolutamente nada que ver con las elecciones ni en Noruega ni en Alemania. Los civiles las organizan perfectamente bien.
Los socialdemócratas noruegos perdieron después de haber gobernado desde 2005. El primer ministro Stoltenberg aceptó de inmediato su derrota. No dijo que los otros tuvieron una "victoria de mierda, mierda, mierda".
Ojalá aprendamos un poco de los noruegos.
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