Cuando Humboldt llegó a Cumaná, las costas venezolanas sufrían un bloqueo parcial por parte de los británicos debido a las Guerras de Coalición. Pocos barcos llegaban directamente de Europa. No había prensa. No había prácticamente nada de ciencia. Humboldt y Bonpland, con todos sus instrumentos científicos, eran una sensación para los habitantes de Cumaná, que en aquel entonces era casi tan importante como Caracas.
Cumaná, 1799
Piojos:
Vean a las damas de Cumaná. Durante las visitas que las jóvenes más elegantes hicieron a nuestros instrumentos - visitas en que siempre preguntaban sobre una máquina aromática mediante la que se podía sacar aire del estómago - se despiojaban las unas a las otras para ver los "peones" en el microscopio. Estoy sorprendido de la increíble variedad de piojos que las chicas han traído. Estos piojos se diferencian con nombres indígenas específicos. Se podría escribir un libro de fauna sobre una cabeza semejante. Desde que las damas se enteraron de que hacíamos chistes sobre sus piojos traían una esclava mulata o zamba para buscar los piojos en la cabeza de esta.
Humboldt en su diario (aparecido en Lateinamerika am Vorabend der Unabhängigkeitsrevolution)
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